Aunque me cueste
reconocer que los medios han cambiado substancialmente en sus formas y estilos,
algo que nunca voy a aceptar, es que aquellos que hoy han tomado la posta en la
difícil tarea de enfrentar un micrófono, desconozcan e ignoren a quienes fueran
verdaderos hacedores de esos medios, a los que muchos están bastardeando con
total y absoluta impunidad.
Existen varias
razones para que ello ocurra. Una es que por estos tiempos cualquiera se hace de un micrófono, otra, es que aquellos profesionales que egresan de las escuelas
de locutores no conocen la historia de nuestros próceres del medio y la
tercera, como en este caso, es que la asociación que dice nuclear a los
locutores, nada hace en el cuidado de preservar como modelos, a quienes tanto
hicieran por esta otrora noble profesión.
Ha muerto Horacio
Galloso. ¿Cuántos jóvenes locutores y pseudos conductores saben de quien fuera
en vida este señor profesional de la más hermosa herramienta de las
comunicaciones? Pocos, y es por todo lo expresado. Solo algunos medios gráficos
hacen una breve semblanza de quien fuera en vida este verdadero arquetipo de la
radio y la televisión argentina. La
Nación expresa:
En los últimos años, participó de varios ciclos radiales dedicados a la
música ciudadana, comoTrasnotango (Splendid),
y en TV tuvo una celebrada participación en Todo
por dos pesos , con el dúo
Capusotto-Alberti, donde entre muchas apariciones risueñas tenía una
"columna" que, en aras de la literalidad, solían acercarle a su atril
para que desgranara su conocido buen humor y su dicción marca registrada”.
¡¡¡La verdad!!!
Demasiado poco texto para tanta persona, maestro de la profesión y voz
institucional de la vieja radio Nacional y canal 13. Galloso actuó además de la
bella época de la aquella novedosa LS10, radio Del Plata con ciclos
inolvidables.
Lamentablemente,
en la mejor etapa de su carrera, y cuando su "facha" era distintivo del viejo
Rio de la Plata Televisión ,
Canal 13, sufrió un accidente automovilístico que le causara serias lesiones en
su rostro, su carta de presentación junto a su voz inconfundible. Allí cambió
la historia de Horacio. Hoy se fue de este mundo, pero su nombre deberá ser
recordado como un verdadero señor de la profesión y de la vida. Gacias Horacio,
quiera Dios que siempre exista un oyente que te recuerde como un grande, que lo
fuiste y lo seguirás siendo en la galería de los grandes de la voz.