Desde
hace un tiempo, consideré oportuno hacer un comentario sobre las transmisiones
radiales de estos tiempos, en cuanto al más popular de los deportes.
Fueron pasando los días, no lo hice, pero hoy me siento en la necesidad de exponer algo al respecto.
Quienes
por diversas razones que no vienen al caso, optamos por ver los partidos con el
“mute” en el televisor y elegimos el relato por las emisiones radiales, en mi
caso tengo decididamente muy en claro, que quien se lleva el máximo galardón de
la excelencia en el relato, es Paulo Vilouta a través de LR5 La Red.
Sus
relatos, o como lo expresa el slogan de presentación de la emisora “No
relatamos partidos, transmitimos la pasión del fútbol” tienen una reminiscencia agiornada, de aquellos viejos "narradores" que nos subyugaran desde la niñez. Ritmo, dinámica radial y fluidez oral.
Este “locutor profesional”, conductor,
y por sobre todo “periodista”, con buen manejo del vocabulario, del micrófono y
el respeto por el oyente, viene precedido por años, en esto del quehacer
radial, en una faceta que por estos tiempos lo ubica como el mejor, y así adoptado
por la audiencia. De ahí el caudal de oyentes que lo sigue cada semana, o cuando
el partido más importante así lo requiera.
Años de trabajo, formado junto a verdaderos
maestros, desde aquellas primeras apariciones en los años ´80 junto a Carlitos
Parnissari, hoy para este oyente lo ubican en el alto sitial del podio, siendo
para todos sus seguidores el relator principal e indiscutido de La Red.
Pero, me sorprende sobremanera la
actitud tomada por la dirección de esa emisora, que dicho sea de paso viene
cometiendo varios equívocos en su programación, mas el director de deportes
Gustavo López, al incluir en este mundial como “el gran relator, ¡¡¡a Alejandro
Fantino”!!!
Quienes siguen este blog, conocen de
mi pensamiento opositor, de ubicar en las programaciones a vedetongas, que nada
tienen que ver con los medios. No es el caso del ex relator de Mitre, un
carilindo que cautivara por mero fanatismo a la parcialidad boquense. Pero el tiempo pasa y quedó angustiosamente
demostrado ayer, que ya no está para el relato. Anodino, dubitativo, sin fluido gramatical, sin el ritmo necesario para la ocasión y lo peor, dudar sobre los
jugadores que poseen la pelota.
Me llama poderosamente la atención
esta mutación a sus contundentes manifestaciones, a fines del año anterior,
cuando se alejara del “Show del Fútbol”, “….nunca
más relatare un partido de fútbol, esto ya me hartó…..”
En
definitiva, una vez más aquello que se dice, luego no se hace. Pero mucho
menos, cuando se ocupa un lugar que le pertenece por derechos adquiridos al que
sin dudas, debería estar al frente de las transmisiones de nuestro representativo en este mundial.
Quizá
estas apreciaciones puedan quedar en la opinión individual de este oyente, pero
seguramente serán los números, los que reafirmarán con total contundencia la
veracidad de esta modesta opinión.