Quienes siguen este blog, seguramente ya tienen muy en claro mi defensa a ultranza de aquellas radios, que yo llamo legales. Y las denomino así porque, mas allá de las cocinas en que fueron asignadas a sus permisionarios, se encuadran dentro de las normativas que corresponden a una explotación de radiofrecuencia. Jamás mis colegas oyentes encontrarán aquí una referencia a emisoras que no se enmarquen en este principio. Hoy no resulta fácil encontrar en el enmarañado dial, aquellas emisoras tradicionales a las que hago referencia y que un “oyente profesional” tiene dibujado en su mente, porque entre estas aparecen infinidad de sonidos piratas que desvirtúan aquel prolijo orden que conocíamos al dedillo. Aunque difícil y aguzando nuestro sentido auditivo, la radio siempre nos da revancha y logramos acertar en la exploración de aquello que estamos buscando. Y en esta tarea, muy grato fue mi reencuentro con la señal de LR3 Belgrano (AM950) emisora tradicional en el país si las hay. Si bien sabía de su existencia, muy lejos estaba en mi agenda diaria el sintonizarla, ya que desde hace años, junto a las otrora lideres LR1 El Mundo y LR4 Splendid han perdido ese espacio refulgente ostentado hasta los años ’70. Pero, me enganche con el programa “Los Mejores de Siempre” que conduce diariamente el periodista Roberto Rinaldi. El haberme quedado en esta sintonía y mientras quitaba las telas de araña de este punto del dial, pude observar una renovada propuesta, prolija, ordenada y pulcra. Con una excelente invitación institucional y anticipos de un contenido que puede resultar interesante. Por supuesto que nada que ver con aquella tentativa de resurrección que se le quisiera imprimir Julio Maharbitz a comienzos de siglo, o su actual permisionario cuando en 2006 mezclo la biblia y el calefón desde su nueva denominación La 950. Recordar esta etapa de la emisora forjada por Jaime Yankelevich en 1927, aún me produce escozor, porque me transporta a nombres de personajes vulgares que ocuparon su grilla, y que sirviera para incinerar a una de las voces mas relevantes de la locución nacional, Ricardo Bravante por entonces voz institucional de esa pretendida radio de la calle Sarmiento.
Grato fue este hallazgo al reencontrarme con una señal histórica que aparece como potable, grato es el momento que disfruto al finalizar mi día con el “Flaco Rinaldi” y algo muy importante, que reafirma lo dicho en la década del `40 por un destacado director artístico radial; “El oyente tiene que acostarse sintonizando una emisora y despertarse con la misma.”