Quienes que como en mi caso, supimos disfrutar de aquella añorada radiofonía creativa, sana, amena, respetuosa y cuanto adjetivo se quiera agregar, sabemos que entre las grandes estrellas que llegaron a nuestro país desde el otro lado del río, estaba este joven atrevido y locuaz que tanto humor nos regaló.
Juan Carlos Mareco “Pinocho” quien allá por los `50 desde su amado Carmelo en la R.O.U. llegara a esta ciudad, hoy ha dejado este mundo. Quienes nos regocijamos con sus ocurrencias, con sus personajes y su histrionismo nato, hoy mas que nunca valoramos a aquel profesional que a través de LR4 Radio Splendid, irrumpía en nuestra intimidad con la convicción que con su trabajo no seriamos lastimados en nuestros sentimientos, ni en nuestra inocencia infantil.
A los 83 años murió PINOCHO, un loco lindo que por mas de medio siglo supo del éxito que gestó a través de inteligencia y respeto. Su casa fue la mencionada Splendid, luego LR1 El Mundo y LR3 Belgrano en los por entonces horarios centrales nocturnos, que vieron colmados sus salones auditorios para que su público lo disfrutara cara a cara.
Luego, con los cambios de segmentos horarios, como los grandes de los años 70, ocupó la tarde de Rivadavia y las mañanas de Radio Mitre y Radio Nacional.
Estrella de la radio, su medio favorito, de la televisión, el cine y los teatros de la calle Corrientes, también supo del aplauso de los pueblos de Chile, Venezuela, Estados Unidos y España donde vivió varios años. Actor, animador, locutor, autor, y cantante conforman la galería de sus éxitos. Su rica historia, le permitieron ser galardonado con varios premios, como el Martín Fierro, 1967, 68, 71 y 72; Ondas de España, 1972; Palma de Hollywood, Los Ángeles 1979; Prensario al mejor programa radial, 1984; Ciudadano Honorario del Condado de Dade, EE. UU en 1991; Caballero de la Orden de San Martín de Tours, 1986, y el premio Malvinas Argentinas, otorgado por el H/Senado de la Nación en 1987, entre otros.
Así como quedaron grabadas en mi mente otras grandes figuras de mi querida radio, Mareco siempre estará en el parlante de mis felices recuerdos radiales.
Hoy a la 15, se apagó una estrella de las marquesinas porteñas, ciertamente hoy mismo cuando caiga la noche, su luz encenderá otra estrella en el cielo. Será en el mismo memento en que se reencontrará con otros grandes, pero seguramente se estrechará en un gran abrazo con su gran amigo Zabalita, en alguna “CALLE ANGOSTA” …de una vereda sola.
Juan Carlos Mareco “Pinocho” quien allá por los `50 desde su amado Carmelo en la R.O.U. llegara a esta ciudad, hoy ha dejado este mundo. Quienes nos regocijamos con sus ocurrencias, con sus personajes y su histrionismo nato, hoy mas que nunca valoramos a aquel profesional que a través de LR4 Radio Splendid, irrumpía en nuestra intimidad con la convicción que con su trabajo no seriamos lastimados en nuestros sentimientos, ni en nuestra inocencia infantil.
A los 83 años murió PINOCHO, un loco lindo que por mas de medio siglo supo del éxito que gestó a través de inteligencia y respeto. Su casa fue la mencionada Splendid, luego LR1 El Mundo y LR3 Belgrano en los por entonces horarios centrales nocturnos, que vieron colmados sus salones auditorios para que su público lo disfrutara cara a cara.
Luego, con los cambios de segmentos horarios, como los grandes de los años 70, ocupó la tarde de Rivadavia y las mañanas de Radio Mitre y Radio Nacional.
Estrella de la radio, su medio favorito, de la televisión, el cine y los teatros de la calle Corrientes, también supo del aplauso de los pueblos de Chile, Venezuela, Estados Unidos y España donde vivió varios años. Actor, animador, locutor, autor, y cantante conforman la galería de sus éxitos. Su rica historia, le permitieron ser galardonado con varios premios, como el Martín Fierro, 1967, 68, 71 y 72; Ondas de España, 1972; Palma de Hollywood, Los Ángeles 1979; Prensario al mejor programa radial, 1984; Ciudadano Honorario del Condado de Dade, EE. UU en 1991; Caballero de la Orden de San Martín de Tours, 1986, y el premio Malvinas Argentinas, otorgado por el H/Senado de la Nación en 1987, entre otros.
Así como quedaron grabadas en mi mente otras grandes figuras de mi querida radio, Mareco siempre estará en el parlante de mis felices recuerdos radiales.
Hoy a la 15, se apagó una estrella de las marquesinas porteñas, ciertamente hoy mismo cuando caiga la noche, su luz encenderá otra estrella en el cielo. Será en el mismo memento en que se reencontrará con otros grandes, pero seguramente se estrechará en un gran abrazo con su gran amigo Zabalita, en alguna “CALLE ANGOSTA” …de una vereda sola.