Ayer, hacia mención, con un nudo en la garganta de aquella Radio El Mundo que me cautivara en mi niñez. Hoy debo hacer una reflexión, que seguramente muchos de los seguidores van a coincidir.
Diariamente, por la onda casi perdida en 1070khz, Luis Salerno, poseedor de un amplio archivo historico de nuestra radiofonía, presenta las voces de una gran porción de aquellos cautivantes amigos del aire, que dejaran su impronta en esa marca.
Pero, por mas esfuerzo y vocación revisionista que imponga el colega, este, no deja de ser un perdido ciclo en la media noche. Claro, tengo la sensación que el ciclo sale medio por obligación, sin anunciantes. Al extremo, que cuando uno se deleita y deja el sueño para la nostalgia, irrumpe un programa religioso, que paga el aire, como el mejor inquilino de conventillo.
Acaso quienes hoy manejan los destinos de esa frecuencia, no advierten que sería un verdadero suceso vender ese espacio y realizarlo como Dios manda, bien diseñado, con fuerza y con los chiches propios de la actual tecnología.
Queda claro, hoy la radio espectáculo DE HACE 75 AÑOS, le dio paso al vil comercio del aire.