Jorge Garces-Ofelia Flores-en recuadro GERMAN FUNES
Cuando el 1º de Enero de 2009 esbocé las primeras lineas de este blog, acudieron a mi mente un sin fin de objetivos a cumplir. Entre tantos, y tal como lo explique en mas de una oportunidad en distintas notas, es recordar, homenajear y revivir a aquellas personalidades que tanto le dieron a nuestra radiotelefonía. Estrellas de la voz, que con esa mágica sensación de escucha, nos permitía corporizar según nuestra propia imaginación a los portadores de ellas.Y cosa rara no? con el paso del tiempo he observado que los personajes que solo con su voz y sin imagen, le permiten al oyente con su humilde trabajo, definir las cualidades personales del portador de ese sonido fónico. A mi me ha ocurrido desde pibe, allá por los `50 siempre imaginé a aquel señor que en LS6 Radio del Pueblo locutaba en las mañanas, era un buen tipo. Y el tiempo y destino unidos, me permitieron 20 años después, corroborar aquellas bondades que había generado mi sentimiento. En 1973 ese mismo caballero idealizado como tal, sería mi locutor del ciclo que me tocó conducir. Fue una mañana, y cuando pregunté quienes serían los locutores, mi corazón se estremeció al escuchar: Germán Funes y Ofelia Flores.
Estrechar por primera vez la mano de Germán, significó para mi joven persona una de las emociones mas grandes que me deparara la profesión. Con el correr del tiempo se generó una hermosa amistad. Señor con mayúsculas, maestro, amigo generoso, contenedor paternal, sensible ante las pequeñas cosas. Ese fue Germán Funes. Lo recuerdo con su tupida cabellera engominada y su porte de galán bien trajeado.
Oyentes, hoy se ha cumplido uno de mis objetivos, UN ORGULLOSO NIETO AGRADECE EL RECUERDO A SU ABUELO(comentario nota radio capilla)Estoy seguro que con el tiempo, aquellos que accedan a este modesto blog, cuando lean el nombre de su ser querido en alguna de las notas, también se contactarán con el blog.
Y vos nieto de GERMÁN FUNES, bien podes transitar por la vida con la mas preciada herencia que recibiste, ser sangre de un "HOMBRE DE BIEN"