Corrían los días del año 1959, y justo en la etapa previa al inicio de las clases, se unen mis dos grandes amores de esa inolvidable adolescencia. Uno de estos artífices de mi pasión vocacional, la radio, el otro el fútbol.
El destino había tocado mi corazón con dos preferencias de la vida, donde encontraba eso que requería mi espíritu. La radio, tal como lo expreso en mas de una oportunidad, era espectáculo, y dentro de el, no se porque, siempre encontré un refugio de contacto hacia el mundo exterior en los locutores. El fútbol, era un espectáculo con una gran dosis de fanatismo influenciado por mi amor, Platense.
En uno de esos días de incipiente clima otoñal, el 4 de abril de ese año y con mis flamantes 15 años, viviría una de las grandes fiestas que me dio la vida, ir a River a ver la final de la Copa Sudamericana de Fútbol entre Argentina y Brasil. Recuerdo que por Iberá derecho llegamos al monumental, por entonces la herradura “con vista al río”. Pero este partido tenía para mí un aditamento especial, en la selección Argentina jugaba ese muchacho que yo desde mis trece años, seguía por Manuela Pedraza desde Platense hasta Freire, cuando vestido con pilcha de colimba dejaba los entrenamientos. Ese ídolo calamar, ese pibe del barrio que cada sábado con su cabeza depositaba la pelota en el ángulo que quisiera, era mi vecino, su andar era distinto, el mismo caminar elegante que dentro del campo, era el de un Marques. Y así se lo conoció a Rubén Sosa, quizá la mas grande gloria surgida de las inferiores de Platense.
En esa tarde soleada, Sosa y Belén eran el ala izquierda de Racing, y también de la Selección. Pero aún quedaba más para disfrutar. Ni bien me ubiqué, bien temprano en la segunda bandeja detrás del arco de Figueroa Alcorta, observe algunos cambios en la escenografía del campo de juego que por última vez había visitado en 1955, con Platense aún en primera. Sobre la pista de atletismo que circunda el field(termino antiguo ¿verdad?), a espaldas de los bancos de suplentes actuales, se habían ubicado las cabinas de transmisión adicionales a las que por entonces tenía el estadio y que en esa época estaban ubicadas en la segunda bandeja de la Gral. San Martín(actuales palcos). Este era el primer evento de prestigio a nivel internacional a que accedía, con la presencia del periodismo de toda América y también de Europa, porque esta copa significaba por entonces un mini mundialito, pero de América.
Este torneo, había comenzado el 10 de Marzo y como radiomano estaba muy al tanto de todas las transmisiones, incluso que a Radio El Mundo le habían asignado una de esas cabinas a ras de piso
Pero mi destino final estaba marcado en LR1, Radio El Mundo. Allí cada domingo mi cita era con el maestro Fioravanti y todo su equipo de altísimo nivel periodístico, y en este acontecimiento no podía ser de otra manera. Con los relatos de Fioravanti, los comentarios de Enzo Ardigó y la locución comercial de Rafael Díaz Gallardo. Pero aquí desde el parlante de aquella joya que era la radio de mamá, me permitirían descubrir que las tandas comerciales las hacía una mujer.
El HOMENAJE
Oh, gran sorpresa, inesperado para este oyente adolescente criándose en una sociedad súper machista. Rápido de oído y muy familiarizado con las voces de los locutores, aprecié que esa voz era la de María Esther Vignola, la Beba Vignola. Y además esas tandas convincentes e inéditas contaban con la excelente participación de Valentín Viloria. Así quedaba en la historia, el nombre de la primera locutora que realizó avisos comerciales en una transmisión de fútbol desde un estadio. Fue en este Campeonato Sudamericano de Fútbol de 1959.
En la radiotelefonía nacional, mencionar a Beba Vignola es símbolo de Señora de la Escena del aire. Su voz fresca, su estilo jovial y sus dotes histriónicos, la han consolidado como un hito en la historia. Locutora de Radio El Mundo, Belgrano y Splendid, (aunque su corazón estaba en la fastuosa emisora de la calle Maipú) luego14 años estrella del Fontana Show junto a otra reina Rina Morán, 18 años co-conductora de Rapidísimo con Héctor Larrea, son suficientes elementos para la presentación de esta estrella de nuestra Radiofonía, por 50 años orgullo nacional en la materia.
Sus comienzos
"Con apenas 16 años, me escapé del Conservatorio de Arte Escénico, donde me faltaba un año para recibirme, para acompañar a una amiga a dar una prueba para un radio teatro que en Radio Splendid organizaba una agencia de publicidad. El destino quiso que la elegida fuera yo y no mi amiga que se postulaba. Poco tiempo después fui convocada para participar en un espacio de preguntas y respuestas que animaba Iván Casadó y de allí en más continué hasta hoy", expresa con esa risa entre picara y jovial que la caracteriza aún con el paso del tiempo.
Por estos días, además del programa de LRA1 Radio Nacional, su voz puede escucharse en los separadores del programa de Cacho Fontana en Radio Brisas de Mar del Plata.
Una vez mas, en “yo el oyente” queda demostrado que para todo aquello que sea espectáculo se nace, existe una fibra intima enlazada con los genes. Un locutor, un periodista, un actor, nacen con la vocación, SÍ, se deben perfeccionar, pero nadie, por mas avezado que sea, podrá enseñar aquello que es nato, vocacional y de fibra puramente intima.
Es por ello que hoy, los nuevos locutores “suenan” todos iguales, los mismos timbres de voz, sin matices propios, reprimidos, acartonados y sin personalidad establecida.
Hoy en este segmento, y respondiendo a la encuesta de la semana anterior, he querido homenajear a esta gran Locutora Nacional (Hab. Prof. Nº127), la Señora María Esther Vignola.
Debo reconocer, que así como disfrute de aquella fiesta del fútbol, también lo era al asistir a la sala mayor de Radio El Mundo,no solo para ver las grandes orquestas de los bailables, sino tambien los encantos de las locutoras comerciales, María Esther Vignola y Rina Morán. “Perdón Señoras, pero era así”
Síntesis Sudamericano 1957
La última fecha definiría el título entre argentinos y brasileños, ya que ambos lideraban las posiciones con 10 y 9 puntos respectivamente. Ante unas 85 mil personas (con la capacidad desbordada) en el Estadio de River Plate, el 4 de abril se jugó uno de los encuentros más emocionantes de la historia de los sudamericanos, finalizó 1-1 con gol de Pizutti para Argentina y Pelé para Brasil. Con este resultado Argentina se consagró campeón del certamen.
Argentina alistó a: Negri, Griffa y Murúa-Lombardo, el polaco Cap y Mouriño-Nardiello, Pizutti, Sosa, Callá y Belén
El destino había tocado mi corazón con dos preferencias de la vida, donde encontraba eso que requería mi espíritu. La radio, tal como lo expreso en mas de una oportunidad, era espectáculo, y dentro de el, no se porque, siempre encontré un refugio de contacto hacia el mundo exterior en los locutores. El fútbol, era un espectáculo con una gran dosis de fanatismo influenciado por mi amor, Platense.
En uno de esos días de incipiente clima otoñal, el 4 de abril de ese año y con mis flamantes 15 años, viviría una de las grandes fiestas que me dio la vida, ir a River a ver la final de la Copa Sudamericana de Fútbol entre Argentina y Brasil. Recuerdo que por Iberá derecho llegamos al monumental, por entonces la herradura “con vista al río”. Pero este partido tenía para mí un aditamento especial, en la selección Argentina jugaba ese muchacho que yo desde mis trece años, seguía por Manuela Pedraza desde Platense hasta Freire, cuando vestido con pilcha de colimba dejaba los entrenamientos. Ese ídolo calamar, ese pibe del barrio que cada sábado con su cabeza depositaba la pelota en el ángulo que quisiera, era mi vecino, su andar era distinto, el mismo caminar elegante que dentro del campo, era el de un Marques. Y así se lo conoció a Rubén Sosa, quizá la mas grande gloria surgida de las inferiores de Platense.
En esa tarde soleada, Sosa y Belén eran el ala izquierda de Racing, y también de la Selección. Pero aún quedaba más para disfrutar. Ni bien me ubiqué, bien temprano en la segunda bandeja detrás del arco de Figueroa Alcorta, observe algunos cambios en la escenografía del campo de juego que por última vez había visitado en 1955, con Platense aún en primera. Sobre la pista de atletismo que circunda el field(termino antiguo ¿verdad?), a espaldas de los bancos de suplentes actuales, se habían ubicado las cabinas de transmisión adicionales a las que por entonces tenía el estadio y que en esa época estaban ubicadas en la segunda bandeja de la Gral. San Martín(actuales palcos). Este era el primer evento de prestigio a nivel internacional a que accedía, con la presencia del periodismo de toda América y también de Europa, porque esta copa significaba por entonces un mini mundialito, pero de América.
Este torneo, había comenzado el 10 de Marzo y como radiomano estaba muy al tanto de todas las transmisiones, incluso que a Radio El Mundo le habían asignado una de esas cabinas a ras de piso
Pero mi destino final estaba marcado en LR1, Radio El Mundo. Allí cada domingo mi cita era con el maestro Fioravanti y todo su equipo de altísimo nivel periodístico, y en este acontecimiento no podía ser de otra manera. Con los relatos de Fioravanti, los comentarios de Enzo Ardigó y la locución comercial de Rafael Díaz Gallardo. Pero aquí desde el parlante de aquella joya que era la radio de mamá, me permitirían descubrir que las tandas comerciales las hacía una mujer.
El HOMENAJE
Oh, gran sorpresa, inesperado para este oyente adolescente criándose en una sociedad súper machista. Rápido de oído y muy familiarizado con las voces de los locutores, aprecié que esa voz era la de María Esther Vignola, la Beba Vignola. Y además esas tandas convincentes e inéditas contaban con la excelente participación de Valentín Viloria. Así quedaba en la historia, el nombre de la primera locutora que realizó avisos comerciales en una transmisión de fútbol desde un estadio. Fue en este Campeonato Sudamericano de Fútbol de 1959.
En la radiotelefonía nacional, mencionar a Beba Vignola es símbolo de Señora de la Escena del aire. Su voz fresca, su estilo jovial y sus dotes histriónicos, la han consolidado como un hito en la historia. Locutora de Radio El Mundo, Belgrano y Splendid, (aunque su corazón estaba en la fastuosa emisora de la calle Maipú) luego14 años estrella del Fontana Show junto a otra reina Rina Morán, 18 años co-conductora de Rapidísimo con Héctor Larrea, son suficientes elementos para la presentación de esta estrella de nuestra Radiofonía, por 50 años orgullo nacional en la materia.
Sus comienzos
"Con apenas 16 años, me escapé del Conservatorio de Arte Escénico, donde me faltaba un año para recibirme, para acompañar a una amiga a dar una prueba para un radio teatro que en Radio Splendid organizaba una agencia de publicidad. El destino quiso que la elegida fuera yo y no mi amiga que se postulaba. Poco tiempo después fui convocada para participar en un espacio de preguntas y respuestas que animaba Iván Casadó y de allí en más continué hasta hoy", expresa con esa risa entre picara y jovial que la caracteriza aún con el paso del tiempo.
Por estos días, además del programa de LRA1 Radio Nacional, su voz puede escucharse en los separadores del programa de Cacho Fontana en Radio Brisas de Mar del Plata.
Una vez mas, en “yo el oyente” queda demostrado que para todo aquello que sea espectáculo se nace, existe una fibra intima enlazada con los genes. Un locutor, un periodista, un actor, nacen con la vocación, SÍ, se deben perfeccionar, pero nadie, por mas avezado que sea, podrá enseñar aquello que es nato, vocacional y de fibra puramente intima.
Es por ello que hoy, los nuevos locutores “suenan” todos iguales, los mismos timbres de voz, sin matices propios, reprimidos, acartonados y sin personalidad establecida.
Hoy en este segmento, y respondiendo a la encuesta de la semana anterior, he querido homenajear a esta gran Locutora Nacional (Hab. Prof. Nº127), la Señora María Esther Vignola.
Debo reconocer, que así como disfrute de aquella fiesta del fútbol, también lo era al asistir a la sala mayor de Radio El Mundo,no solo para ver las grandes orquestas de los bailables, sino tambien los encantos de las locutoras comerciales, María Esther Vignola y Rina Morán. “Perdón Señoras, pero era así”
Síntesis Sudamericano 1957
La última fecha definiría el título entre argentinos y brasileños, ya que ambos lideraban las posiciones con 10 y 9 puntos respectivamente. Ante unas 85 mil personas (con la capacidad desbordada) en el Estadio de River Plate, el 4 de abril se jugó uno de los encuentros más emocionantes de la historia de los sudamericanos, finalizó 1-1 con gol de Pizutti para Argentina y Pelé para Brasil. Con este resultado Argentina se consagró campeón del certamen.
Argentina alistó a: Negri, Griffa y Murúa-Lombardo, el polaco Cap y Mouriño-Nardiello, Pizutti, Sosa, Callá y Belén